México debe aumentar la producción de gas natural, e invertir para ampliar la infraestructura para su distribución y almacenamiento, si quiere aprovechar el momento del nearshoring. Hoy el país importa 75% del combustible demandado y su capacidad de almacenamiento estimada es de 2.4 días[1].
“Para la llegada del nearshoring a México, debemos garantizar el acceso competitivo a materias primas y combustibles con soluciones integrales que se adapten a las necesidades de pequeñas, medianas y grandes empresas, que a su vez faciliten y sumen a la descarbonización de las industrias”, aseguró Carlos Boone, director de Inteligencia de Negocio de Énestas.
Datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) destacan que el gas natural es el combustible más consumido en México desde 2014 y su participación en la canasta energética concentra el 48%. La cifra va en ascenso impulsada por la demanda del sector industrial.[2]
Sin embargo, un análisis del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) advierte que, a diferencia de otros países como Francia, Alemania o España que tienen una capacidad de almacenamiento de 98.8, 93.8 o 34.2 días, respectivamente, la de México es apenas de 2.4. Lo anterior representa un riesgo para garantizar el abasto a las empresas extranjeras que quieran relocalizar sus cadenas productivas en nuestro país.
Para lograr que el sector industrial en México tenga acceso al gas natural, compañías nacionales como Énestas han desarrollado soluciones que permiten que las empresas tengan acceso competitivo a este energético en cualquier punto del país, ya sea por medio de estaciones de aprovechamiento o precios competitivos a través de la comercialización de ducto, lo que les permite ser más rentables y competitivas.
“El gas natural licuado (GNL) se ha convertido en una alternativa mucho más asequible frente a otros energéticos, ya que permite a las empresas tener acceso al gas natural en cualquier punto del país, disminuyendo sus costos y contribuyendo a su vez en la disminución de la huella de carbono”, reiteró Carlos Boone.
México tiene una ubicación estratégica y acuerdos comerciales con más de 46 países, sin embargo, estos factores no son suficientes para que logremos aprovechar las oportunidades y derrama económica de 35 mil millones de dólares que el nearshoring podría generar[3]. Para poder realmente ser atractivos como país debemos resolver problemas de acceso a combustibles y materias primas, infraestructura y seguridad energética.