Esta situación es más común de lo que se piensa: un día te llega un correo electrónico de una entidad financiera o un ejecutivo de la misma se comunica contigo por teléfono, te dice que tienes una tarjeta de crédito preaprobada y que necesitan algunos datos para tramitar la aprobación del plástico.
Algunos días después te comunican que el producto financiero fue aprobado y que puedes ir a recogerlo a tu sucursal. Tú no estuviste totalmente convencido desde el principio y ahora que la tarjeta fue aprobada tienes dudas para ir a recogerla. Piensas que si no recoges y activas el plástico, la contratación del crédito no estará completa. Sin embargo, éste no es el caso.
“Este es un error común que suelen cometer las personas a la hora de solicitar una tarjeta de crédito. Al momento en que se aprueba una línea, el usuario adquiere obligaciones y beneficios, independientemente de cuándo vaya a recoger y activar su plástico o si de plano no lo toma. Tener tarjetas aprobadas y no ir por ellas puede dañar el historial crediticio”, señala Daniel Rojas, CEO de Rocket, plataforma que brinda asesoría financiera gratuita con el objetivo de impulsar la inclusión y movilidad financiera.
Cuando la tarjeta de crédito se aprueba, pueden pasar un par de días para que las instituciones activen la línea, generalmente la activación no se da hasta que el usuario la usa o llama a la institución; no obstante, esa línea de crédito o tarjeta se reporta en buró como una nueva tarjeta.
¿Cómo evitar daño a tu historial crediticio tras cometer este error?
Existen diversos factores que pueden afectar la calificación crediticia. Dos de los más relevantes se encuentran la puntualidad del pago y la severidad de atraso tanto de tiempo como de monto. En este escenario, los usuarios que tienen una tarjeta de crédito aprobada y activada deben estar al tanto de las condiciones del producto contratado.
“Es importante saber qué tipo de producto solicitamos, cuáles son sus condiciones y si realmente se adapta a nuestra necesidades y experiencia financiera. Es recomendable que los usuarios piensen con detenimiento y mesura a la hora de contratar una tarjeta de crédito, esto con el objetivo de hacerlo de forma adecuada. En caso de solicitar una tarjeta y arrepentirse, el cliente tiene la opción de comunicarse con el banco y cancelarla”, agrega Rojas.
En caso de que los clientes se arrepientan y no quieran seguir adelante con ese instrumento financiero, tendrán que ponerse en contacto con la institución bancaria emisora y solicitar la cancelación del mismo. Si no se cancela, la tarjeta seguirá activa y esto significa que las obligaciones del usuario también se mantendrán con este estatus.
Los usuarios pueden cancelar su tarjeta de crédito en cualquier momento que lo consideren pertinente. De acuerdo a Rocket, éstas son algunas cosas que deben conocer sobre este
proceso:
● Es necesario que la tarjeta de crédito esté en ceros, es decir, sin saldos a favor ni en contra.
● El contrato se terminará el día hábil siguiente al que hayas solicitado la cancelación de la tarjeta de crédito.
● El cliente debe comunicar a la entidad financiera la decisión de cancelar la tarjeta de crédito.
● Las entidades financieras solamente pueden poner trabas en caso de que exista algún adeudo.
● El trámite es completamente gratuito.
● La institución debe darle al usuario un acuse de recibo, clave de confirmación o número de folio de la cancelación.
● En caso de tener algún problema durante el proceso de cancelación, se tiene que acudir con la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef).