En los siguientes días y meses, que vendrán para el mundo económico, financiero y de intercambios comerciales, al parecer, serán los más complicados de las últimas décadas.
A donde habrá decisiones en muchas sociedades, que no gustarán, pero serán las necesarias para sobrevivir, no en el presente, si en el futuro del mediano plazo. Dejando a un lado la política ideología del quedar bien con la gente.
Esta semana que habrá una reunión trilateral, entre los países que tienen un trato de libre comercio, con un alto volumen de intercambio en el mundo, entre los países que pertenecen, y firmado dentro de un marco económico; vemos que, a dos de ellos, ha empezado a no gustar, la forma como están aconteciendo los cambios realizados dentro de las políticas públicas de intercambios comerciales de uno de ellos, y es con el que tiene grandes desventajas de avance tecnológico.
Estados Unidos, y Canadá, han empezado a separar las cuestiones de migración, y dejando claro, que para el solucionar, dependerá mucho de las fortalezas entre las naciones, y puedan fortalecer las necesidades de cada uno de los mercados, creando los suficientes empleos.
En México, en el último lustro, se ha incrementado la migración, y esto ha aumentado las remesas, pero esto es un indicador de que no hay las mismas oportunidades, que existe entre los otros socios. Es acaso, que hay gente de EUA y Canadá, migrando al sur.
El país de las barras y las estrellas de los de mayor consumo de bienes a nivel mundial, al cuantificar la demanda dentro de su mercado interno, y las últimas décadas, presenta un alto déficit, dificultadas para cubrir a ésta, y en crecimiento.
México presenta, al día de hoy, una co-dependencia, porque gran parte del PIB nacional, está en función de las exportaciones realizadas, y está siendo afectado en 2022, al haber un alto déficit en la balanza comercial, originado por importar en mayor cantidad a productos de insumo intermedio, y con el nuevo plan de inflación presentado este 2023, incrementará aún más, por los productos que han sido seleccionados para este programa, y muchos de ellos son importados, y estarán libres de aranceles. México no produce lo que el mercado necesita.
Ante esta situación, los dos socios comerciales, han y están, revisando que otros países de América Latina puedan apoyarse. El objetivo, el desarrollar manufactura con inversiones específicas, y posiblemente puedan realizar acuerdos trilaterales o bilaterales. Cuya visión, satisfacer la demanda ante la poca productividad de México, y a las rupturas legales, normativas, y de seguridad, a las inversiones desde el aspecto financiero e integridad física de sus instalaciones, en ciertas regiones. El costo incremental del transporte, este podría ser sustituido por una mano más barata, y parar la migración.
México, está empezando a ser un socio incómodo, el cual al principio de las décadas de los 90, los dos socios comercializaron, analizaron e injirieron en que sería un país aliado, y formarían un bloque único entre los tres países, para hacer frente, a cualquier cambio comercial que afectara a esta región. Pero al parecer, el tiempo dio la razón, y donde nuestro país no entendió. El acuerdo buscaba el dar lugar, a desarrollar economías de escala, tecnología propia, incrementar el PIB per cápita de cada persona, y lo contabilizado hasta el día de hoy; sucedió todo lo contrario, y fue convertida la industria en una simple ensambladora de tecnología, sin figura propia de avance o desarrollo propio.
Esto ha costado caro a EUA en las últimas dos décadas, debido a que al ver que México, no desarrollaba tecnología nueva, y solo su vocación era de ensambladora. Desilusión, dejaron a México, quedarse en un área de confort ante el crecimiento de su demanda. Tuvieron que arriesgar, y tomar la decisión de buscar una mano de obra barata, encontrando en China. Algunas empresas decidieron emigrar hacia este país, pero esto salió con alta pérdida de tecnología ante la falta de una política que protegiera a las patentes. Solo ayudó al país camaleónico, para incrementar su crecimiento tecnológico, y poder tener una indecencia tecnológica, al igualar o mejorar la tecnología que muchas empresas de nuestro vecino fueron, ante la ilusión de poder tener costos bajos.
China, sin tratado de libre comercio, incrementó su capacidad de crear tecnología, tener mano de obra calificada, mejorar los salarios, el tener un crecimiento mayor, y poder tener acceso a nuevas formas de energía. Es el país de mayor consumo de energía, y depende mucho de las materias primas que pueda conseguir, a mejor precio en los mercados, y esto es un factor, para el poder reducir los costos, al tener margen de negociar con quienes le quieran vender.
México, tiene una frontera en la parte norte con uno de los países de mayor consumo. El sector manufacturero no ha crecido, como se esperaba en la línea fronteriza, y ésta tuvo que internar en ciertas regiones del país, pero el resultado es el mismo. Solo ensamblamos, y no generamos tecnología, toda la importamos.
La realidad México no ha sabido, no sabe y creo no sabrá qué firmó. Muy probable que el tratado pueda terminar en 2026, a como hoy en día está. Los próximos meses, dependerá de todas las mesas actuales, y que vendrán antes de esta fecha, y será de gran interés, ver cuántas ganaron los socios de México, y cuánto tuvimos que pagar. Ante esto, habría una evaluación determínate que será:
Cuánto tiempo perdemos en disputas, y de dinero cuánto perdió cada uno, entre costos para poder ponerse de acuerdo.
Un tratado de libre comercio, su espíritu fue creado, para intercambiar productos, servicio, tecnología, materias primas y ahora energía, no debería estar concebido para sancionar o perder el tiempo en saber quién tiene la razón.
La realidad, un acuerdo comercial, debería el facilitar los intercambios comerciales, bajo las normas, leyes y lineamientos de cada país, siempre y cuando no afecte a la sociedad. Cuya meta, es incrementar la calidad de vida de las personas en las regiones, asegurar el futuro con tecnología, energías, conocimiento e inversiones privadas de empresas de los diferentes países. Es acaso, que ¿el tratado está hecho para que empresas del Estado inviertan?
Un tratado comercial no es político, y no está hecho para saber quién controla a la sociedad, conjeturando la protección de una soberanía. Es impropio, y solo indica, que la vocación de un país no es para realizar negocios, derivado a que pone primero la ideología, soberanía y al último el bienestar de los mercados internos, para generar una estabilidad económica y financiera, a cada individuo que la compone.
México, si no entiendes el concepto de negocios, y estás preocupado por tu soberanía, mejor salte, y has acuerdo bilateral específico de intercambios comerciales, debido a que el actual contempla un todo, y el cual, es una segunda oportunidad, para dejar de ser robots humanos, y que solo ensamblan, y no piensan.
EUA, y Canadá, su paciencia está por llegar al límite, continuará el intercambio comercial, pero sesgado a ciertas cosas en específico, debido a que otros mercados de América Latina podrán ayudar, debido a que muchos países de esta porción del continente Americano, han dado cuenta que sin dinero no hay política.