Por Marco Vera, Director General de New Units para el negocio de Gas Power de GE Vernova
en América Latina y el Caribe.
La planeación energética en México es un tema de gran relevancia para el desarrollo del país. Recordemos que antes, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) publicaba el Programa de Obras e Inversiones del Sector Eléctrico (POISE), un documento clave que permitía prever el crecimiento energético en distintos escenarios y regiones del país. Este instrumento si bien no era perfecto, si contenía información crucial con datos paramétricos de crecimiento poblacional, desarrollo industrial, etc, que le permitía a todo el sector conocer con detalle todos los tipos de proyectos de generación más las líneas de transmisión y los combustibles requeridos para todas las centrales eléctricas. Sin embargo, tras la reforma de 2013, la responsabilidad pasó al Centro Nacional de Control de Energía (CENACE) y se otorgó a la Secretaría de Energía (SENER) la planeación del sistema eléctrico, a través del Programa de Desarrollo del Sistema
Eléctrico Nacional (PRODESEN).
Entre los aspectos más importantes de la planeación energética se encuentra el desarrollo de infraestructura eléctrica, porque para lograr una transición eficiente hacia renovables, es imprescindible contar con una red de transmisión y distribución robusta. Debemos considerar que la intermitencia de fuentes como la solar y la eólica requiere una red mallada que permita llevar la electricidad desde los puntos de generación, muchas veces en zonas remotas, hasta los centros de consumo. Precisamente por ello, es necesario incentivar la inversión en este aspecto que es de vital importancia para impulsar la competitividad de México en el sector energético.
Desde mi perspectiva, existen cuatro ejes fundamentales que deberían mantenerse como políticas energéticas nacionales y no estar sujetos a cambios sexenales.
Primero, la rectoría del gobierno sobre la generación nuclear debe fortalecerse, dando pasos concretos hacia una mayor presencia de esta tecnología. De acuerdo con datos del CENACE, en 2021 la energía nuclear representaba el 3.6% de la generación eléctrica total en México, con una producción de 11.6 TWh proveniente de la Central Nucleoeléctrica de Laguna Verde. Esta planta cuenta con reactores, turbinas de vapor y generadores de GE Vernova, siendo los únicos operativos con esa tecnología en América Latina. Además, cuenta con alto factor de capacidad, lo que la convierte en una de las fuentes de generación eléctrica más eficientes y confiables del sistema nacional.
Segundo, es necesario impulsar subastas de proyectos renovables (solares y eólicos) totalmente separadas de subastas para ciclos abiertos, que ayuden a colocar capacidad firme y despachable en el sistema energético de transmisión, aprovechando el acceso privilegiado que tiene México al gas natural más barato del mundo proveniente de Estados Unidos. Tan solo en 2023, el precio promedio de este hidrocarburo en el país vecino fue de 2.57 dólares por millón de unidades térmicas británicas (MMBtu), una disminución del 62% en comparación con 2022. Este precio es significativamente más bajo que en otras regiones; por ejemplo, en Europa, el costo del gas natural, en el mismo año, fue de 13.1 dólares por MMBtu, es decir; más de cinco veces superior al de Estados Unidos.
El tercer eje es el desarrollo de líneas de transmisión. Si bien la CFE ha anunciado importantes inversiones en este rubro y contempla obras para fortalecer la red nacional de transmisión por un total de 7,403 millones de dólares entre 2025 y 2030, con el objetivo de acompañar las metas de transición energética del país, es necesario considerar como prioritario el desarrollo de líneas de transmisión para apoyar el crecimiento de las energías renovables.
En cuarto lugar, Petróleos Mexicanos (Pemex) debe poner en marcha un sólo programa de cogeneración, que permitiría no solo satisfacer sus propias necesidades energéticas, sino también contribuir al suministro eléctrico nacional, mientras mejora la eficiencia energética yreduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
En este contexto, el sector privado juega un papel crucial en el desarrollo de soluciones energéticas para México. Con un enfoque en tecnologías de generación, transmisión y almacenamiento, GE Vernova ha demostrado ser un actor clave en la transición energética global. GE Vernova se basa en la experiencia en ciclos combinados eficientes que pueden aprovechar la infraestructura de gas natural existente.
Estamos comprometidos con el avance de las tecnologías que mejoran la modernización, estabilidad y fiabilidad de la red. Las subestaciones digitales y las soluciones de ciberseguridad se han vuelto cruciales para garantizar subestaciones modernas y seguras. La creciente integración de fuentes de energía renovables requiere estabilidad de la red, que puede lograrse mediante tecnologías de compensación como los condensadores síncronos y los últimos avances en STATCOM. Además, se está produciendo un cambio hacia prácticas de mantenimiento centradas en la condición más que en el tiempo, lo que impulsa la adopción de tecnologías basadas en software para la supervisión y el diagnóstico.
Hoy más que nunca se requiere un marco de reglas claras y subastas abiertas y transparentes para garantizar la inversión en infraestructura clave. México tiene la oportunidad de retomar el camino del crecimiento energético sostenible si se prioriza la planeación estratégica y se aprovechan las ventajas que actores innovadores pueden ofrecer. El futuro energético del país depende de decisiones tomadas hoy, con visión a largo plazo y compromiso con la seguridad energética nacional.