Como sociedad consumimos en razón de nuestra propia naturaleza, inclusive siendo insuficiente lo esencial es casi inevitable llegar al consumismo de tener la mínima posibilidad de acceso; estamos acostumbrados a consumir recursos que no podemos pagar. Nuestro consumo tradicional de electricidad tiene una lógica similar; primero consumimos inconscientes de lo verdaderamente indispensable, el objetivo es el mayor confort, después pagamos lo correspondiente.
El estilo de consumo desmedido nos lo permite un sistema interconectado a las redes eléctricas de distribución, donde la energía proviene generalmente de grandes centrales. Por otro lado, existen los sistemas autónomos de energía (off-grid), donde podríamos decir que primero se paga para establecer el límite de producción de energía al que tendrá acceso el usuario y después se consume. En estos sistemas el límite está claramente establecido, de pasarlo el sistema simplemente se protege para no dañar sus componentes, dejando al usuario con el sacrificio de su confort y obligándolo a invertir en mayor combustible fósil al momento.
Los sistemas autónomos de energía se caracterizan por no estar conectados a las redes eléctricas de distribución, cuentan con un límite de producción y almacenamiento de energía, y en la mayoría de las ocasiones un sistema de respaldo. Los de tipo solar fotovoltaico se integran de paneles solares, inversor, control de carga, sistema de almacenamiento de energía (como baterías), sus correspondientes protecciones, cableado, soportes, y en algunas ocasiones un sistema de respaldo, como podría ser un generador de gas. Este tipo de sistemas tienden a forzar al usuario a ser consciente del recurso energético limitado, y, por lo tanto, a gestionar sus actividades de manera eficiente; desde el agua que utiliza para bañarse o lavar platos, hasta el tiempo que destinará a ver televisión.
Cuando no se tiene el hábito de actuar con principios de eficiencia energética en nuestros hogares, difícilmente lo haremos de vacaciones.
Destinos como Los Cabos en Baja California Sur, donde las actividades de mayor aportación al PIB y demanda son referentes al sector de servicios de alojamiento temporal, el mayor consumo de energía eléctrica proviene de este sector.
A pesar de que el desarrollo turístico ofrece ganancias económicas sustanciales, su impacto va más allá del volumen de turistas y viajeros que reciben las localidades y la derrama económica que esto representa. Acorde con el reporte The Invsible Burden, publicado en 2019 por The Travel Foundation en colaboración con EplerWood International y Cornell University, el impacto del turismo abarca desde infraestructura hasta los cambios en la comunidad, la naturaleza, el medio ambiente y los ecosistemas; muchas veces pasando por alto los costos en externalidades operativas para las administraciones locales, principalmente, en los costos de demanda máxima de energía que ocasionan las temporadas altas, la necesidad de inversiones en infraestructura energética adicional, en muchas ocasiones contaminante, así como las consecuencias de la sobreexplotación de mantos acuíferos.
Por otra parte, el hecho de que gran parte del territorio sudcaliforniano costero se encuentre sin acceso a las redes de distribución de CFE ha impulsado un nuevo modelo de negocio turístico off-grid.
Shane-Chrisopher Perkins, fundador de Yandaya Yoga Institute, nos comparte que una de las responsabilidades como creador y líder de un espacio off-grid es comunicar a sus visitantes lo importante que es cuidar de los recursos eléctricos e hidráulicos dentro de las instalaciones, evitar a toda costa el “desperdicio, cada luz prendida cuenta”. Sergio Pimentel Amador, propietario de El Rincón Inn, coincide en que gran parte de sus huéspedes buscan la experiencia de vacacionar o descansar en espacio que deje la menor huella de carbono y propicien su interacción con la naturaleza, “los días soleados se aprovechan, y en los días nublados nos limitamos”.
Acorde con datos de la Subsecretaría de Planeación y Política Turística, Los Cabos fue uno de los principales aeropuertos en recibir el mayor número de visitantes extranjeros en todo México, con un crecimiento del 4.2% de 2018 a 2019.
Debido a las condiciones geográficas del estado de Baja California Sur, su desarrollo se encuentra ya limitado por la capacidad del sistema eléctrico en condiciones de isla y la escasa disponibilidad de agua dulce de la región, inclusive, siendo el estado con menor capacidad de agua dulce por habitante en todo México. No obstante, los modelos turísticos off-grid brindan una nueva oportunidad de desarrollo, donde se prioriza la eficiencia energética, producción y gestión de recursos por fuentes renovables. Una opción de desarrollo que nos obliga a conectarnos con la naturaleza y evitar el consumismo.
Rocío Saldaña Amparan
Fuentes:
Gobierno del Estado de Baja California Sur. (2016). Programa Estatal de Energía del Gobierno de Baja California Sur. La Paz.
Gobierno del Estado de Baja California Sur. Secretaría de Turismo, Economía y Sustentabilidad, Dirección de Informática y Estadística. (2020). BAJA CALIFORNIA SUR. INFORMACIÓN ESTRATÉGICA 2020.
González, L. (2009). Consumo y Consumismo. (E.-M. U. Institute, Ed.) Nómadas. Critical Journal of Sociol and JuridicaL sCIENCES., 21.
Santos, J. A. (Junio de 2017). El Hombre Tecnológico Como Fetiche de la Modernindad Ampliada. Acuerdos y desacuerdos con la posmodernidad como resistencia. Universidad de la Sabana, 11-30.
The Travel Foundation. (2019). Destinations at Risk: The Invisible Burden of Tourism. Cornell University; EplerWood International. Obtenido de www.thetravelfoundation.org.uk