S&P Global
Análisis
El 12 de junio, la Comisión Europea anunció aranceles de hasta el 48,1 % sobre lo que llamó vehículos eléctricos de batería (BEV) chinos injustamente subvencionados, lo que indica que considera que BEV fabrica una industria de importancia estratégica para Europa. Los reguladores no tienden a preocuparse por la subvención injusta de las empresas extranjeras en industrias que no les importan.
Europa cobra un arancel del 10 % a las importaciones de fabricantes de automóviles extranjeros. La comisión quiere cobrar un 38,1 % adicional en las importaciones de ciertos BEV de China para contrarrestar los subsidios que los fabricantes de automóviles chinos reciben del gobierno chino. Una investigación de la comisión concluyó provisionalmente que la cadena de valor BEV en China está fuertemente subvencionada y que la importación de vehículos subvencionados por China constituía una amenaza para la industria BEV de la UE. La comisión ha compartido los resultados de su investigación con las empresas que se verían afectadas por los nuevos aranceles y las ha invitado a presentar pruebas contradictorias antes de que los aranceles entren en vigor.
Si bien el aumento de los aranceles parecería favorecer a los fabricantes de automóviles europeos, los principales fabricantes de automóviles alemanes como Mercedes-Benz, BMW y Volkswagen no han dado la bienvenida a la noticia, según S&P Global Mobility.
“El proteccionismo corre el riesgo de comenzar una espiral: los aranceles conducen a nuevos aranceles, al aislamiento en lugar de a la cooperación”, dijo el CEO de BMW, Oliver Zipse, en un comunicado. “Desde el punto de vista del Grupo BMW, las medidas proteccionistas, como la introducción de derechos de importación, no contribuyen a competir con éxito en los mercados internacionales”.
China es un mercado de importancia crítica para los automóviles de lujo alemanes. Si China introduce aranceles de represalia, los ingresos de los fabricantes de automóviles europeos podrían verse amenazados. Además, muchos fabricantes de automóviles europeos tienen instalaciones de fabricación en China, incluidas BMW, Volvo, Polestar y Dacia, que podrían estar sujetas a un aumento de tarifas.
En un reciente día de los inversores, el CEO de Stellantis, Carlos Tavares, advirtió contra la imposición de aranceles para proteger a la industria europea. Tavares dijo que las posturas proteccionistas solo perjudican la competitividad a largo plazo y que la única manera de ganar es descubrir cómo competir de verdad.
Por otro lado, el grupo verde europeo Transport & Environment emitió una declaración dando la bienvenida a los aranceles anunciados, creyendo que deberían formar parte de una política industrial más amplia para construir la cadena de suministro europea de BEV. El ministro de Desarrollo Económico italiano, Adolfo Urso, también apoyó el aumento de los aranceles.