El concepto de Ciudades Inteligentes (Smart Cities) es una propuesta por parte de empresas Proptech (property technology) como una apuesta por el futuro del sector inmobiliario a través del desarrollo inteligente de ciudades y la generación de comunidades conectadas, generando la data necesaria para la toma de decisiones que favorecen al desarrollo planeado y organizado de las ciudades, además de espacios habitables pensados en las necesidades reales de la comunidad y su evolución de comportamiento a través de las generaciones.
Esto responde a una visualización, a mediano plazo, de digitalizar las ciudades por medio de la implementación de Tecnologías de la Información (TIC) que busca ofrecer mayor calidad de vida a la población, lo que conlleva a un crecimiento inteligente y organizado, basado en la evolución, así como en el dinamismo de la comunidad; esto sería viable a través de la recopilación de data que permita planear de acuerdo con la tendencia del estilo de vida de las generaciones con base en sus necesidades.
Sin contraste y entendiendo que las Smart Cities se forman por fases y son parte de una urbe física, el término “Ciudades de Futuro” es un reconocimiento que se le otorga a las metrópolis del mundo considerando cinco categorías: potencial económico, facilidad para los negocios, capital humano y estilo de vida, rentabilidad y conectividad. Adicionalmente se incluye una sexta categoría: Estrategia de Inversión Extranjera Directa (IED) elaborada por medio de los planes y proyecciones de las organizaciones de desarrollo económico local y las agencias de promoción de inversiones.
Recientemente, en junio de 2021; la CDMX obtuvo el primer lugar de América Latina en Ciudades Americanas del Futuro 2021/22[1] (Americas City of the Future, por su nombre en inglés) y el séptimo lugar en la categoría de Potencial Económico en todo el continente Americano.
CDMX recibió 353 proyectos de inversión extranjera directa, siendo la razón por la que ocupó el lugar más alto en toda América latina y el tercero a lo largo de las locaciones analizadas. 68% de las inversiones fueron en negocios de servicios, ventas, mercadotecnia y actividades de soporte; esta misma ciudad tuvo el 16% de todos los proyectos a nivel país para el periodo de diciembre 2015 – noviembre 2020.
En síntesis, las Ciudades del Futuro no contrastan con las Smart Cities, sino que la primera, al contar con estructura y las condiciones propias de una gran metrópoli, se comporta como un escenario ideal para que, a través del uso de la tecnología y el internet, pueda adaptar las condiciones de vivienda para ser una Smart City.
De acuerdo con Alina Patterson, CEO de HEI Community, proptech que impulsa el desarrollo de las Ciudades Inteligentes, “en México, Ciudad de México, Zona Metropolitana de Guadalajara, Área Metropolitana de Monterrey, Tijuana, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Riviera Maya y Mérida tienen las condiciones necesarias para convertirse en una Smart City”.
Las ciudades del futuro, además, obedecen a una serie de características en el área ambiental, económica y social. A. Patterson destaca las siguientes:
– Infraestructura: Deben de contar con la infraestructura adecuada pensando en la integración de diversos servicios como; hospitales, escuelas, centros comerciales, oficinas, espacios recreativos, etc.
– Seguridad automatizada: Incorporar cámaras de seguridad, iluminación y vigilancia, así como un sistema de respuestas a las llamadas de emergencia, son factores necesarios que deben de cumplirse para la seguridad de sus habitantes.
– Movilidad: Un sistema de transporte público eficiente, permite reducir en gran porcentaje el uso de particulares, controlando la disminución de gases contaminantes en el aire.
– Conexión 24/7: El uso permanente de tecnología permite a los habitantes mantenerse conectados en la ciudad mediante algún dispositivo, lo cual se traduce en inmediatez y eficacia.
– Sustentabilidad y empleo de energía limpia y renovable: Se debe asegurar, favorecer y aprovechar el uso eficiente y responsable de los recursos naturales, mientras se contribuye al bienestar y mantenimiento de los ecosistemas.
En cada una de estas características se deben considerar elementos importantes que permitan a estos desarrollos el aprovechamiento de la tecnología y la recopilación de datos, para brindar a los ciudadanos una vida más cómoda.
A decir de la líder de HEI Community, “una ciudad inteligente es un desarrollo que evoluciona y se redefine con la implementación de tecnologías, por lo que debe de cumplir con ciertas características que aporten en la construcción de las ciudades garantizando un mejor futuro”.
HEI Community, pionera en el análisis de datos dentro del real estate, a través de sus distintas verticales, brinda la información necesaria para que tanto consumidores como desarrolladores optimicen sus servicios, ya sea como parte de la planeación (estudios de mercado dinámicos) o en el día a día (administración de inmuebles/servicios), con el fin de resolver cuestiones urbanas y partiendo de las necesidades reales dentro del ecosistema en el que se desenvuelve.
Para lograr que este modelo de ciudad del futuro alcance el éxito, la planeación es el pilar fundamental, pues en esta etapa es donde se logran trazar las necesidades de los habitantes, así como las características de entorno, lo cual se traducirá en el mediano y largo plazo en habitantes satisfechos y comunidades óptimas.
“Aunque aún es muy apresurado hablar de CDMX como una ciudad del futuro, sí es posible pensar cómo está integrada actualmente y cómo debería fortalecerse en su desarrollo. En HEI Community planeamos cambiar al sector inmobiliario visualizando desde una perspectiva general que cada ciudad tiene sus propias áreas de oportunidad y sus necesidades; por ello, es importante considerar que, al momento de realizar la planeación, se considere su objetivo principal y, por ende, su prioridad”, concluyó Alina Patterson, CEO de HEI Community.