Cada día se envían alrededor de 380 mil remesas a México, según datos del Banco de México. El 99% de estas transacciones son electrónicas y el monto promedio enviado por persona oscila entre 380 y 450 dólares. Esto representa un flujo de divisas a México de aproximadamente 180 a 220 millones de dólares diarios.
Según los últimos datos de la Oficina del Censo de Estados Unidos, hay más de 10 millones 880 mil hogares de mexicanos radicados en ese país, con un promedio de entre 3 y 4 personas por hogar.
El impuesto propuesto en Estados Unidos sobre las remesas, que probablemente se aprobará en los próximos días para aplicarse a partir del 31 de diciembre de 2025 bajo la ley de ingresos, tiene amplia viabilidad jurídica y legal dentro de su soberanía. Este impuesto especial busca reducir el déficit presupuestal que ha afectado su última calificación crediticia perfecta que tenía de las tres más importantes que existen en el mercado financiero.
Ante la reducción del gasto gubernamental y la necesidad de incrementar los ingresos, así como el aumento del gasto en el desarrollo económico en Estados Unidos, es imperativo que el país busque una mayor recaudación. En el corto plazo, esta recaudación debe centrarse en los bienes de consumo y servicios ampliamente utilizados por la población, sin afectar directamente los ingresos netos de cada trabajador. La decisión de comprar un producto o utilizar un servicio sigue siendo responsabilidad individual.
En este contexto, se establece una forma legal que permite una mayor recaudación, dando lugar a la figura del “EXCISE TAX”. Este impuesto se aplica específicamente a ciertos bienes o actividades, gravando su transacción o ejecución. El cual es aplicado dentro de las fronteras de una nación, con el consentimiento de los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
En su mayoría los impuestos especiales, se destinan a fondos fiduciarios o etiquetados dentro del presupuesto de egreso, para proyectos relacionados con el producto, o servicio gravado, y estos son usados como mejoras en carreteras, aeropuertos, medioambiente, investigación, infraestructura entre otras.
Los impuestos especiales son independientes de los impuestos sobre la renta.
El impuesto EXICE TAX se divide en dos formas de aplicación:
Ad Valorem: Este tipo de impuesto se aplica a tasas porcentuales fijas y se basa en el valor de bienes o servicios específicos. Un ejemplo de ello son los servicios de salud. El impuesto propuesto del 5% sobre las remesas también entra en esta categoría, ya que grava este porcentaje del valor de las remesas enviadas a través de un proveedor certificado por el gobierno de los Estados Unidos. Este impuesto es una adición reciente dentro de la amplia gama de impuestos existentes.
Específicos: Estos impuestos son cantidades fijas en la moneda nacional, aplicadas a ciertas compras de consumo dentro de los mercados del país. Los impuestos específicos son comúnmente empleados como una estrategia para aumentar los ingresos fiscales. El gravamen se aplica a cada unidad del producto. Ejemplos: combustibles, tabaco, cervezas y refrescos. El IEPS de México pertenece a esta categoría.
El impuesto del 5% sobre las remesas es una tasa especial aplicada al servicio de envío de remesas, y no un gravamen sobre el salario del trabajador. Es fundamental comprender los momentos en los que se aplica este impuesto y a quiénes afecta.
Consideraciones específicas:
- El impuesto se aplicará a cualquier transferencia de remesas, y deberá ser pagado por el remitente en relación con dicha transferencia.
- Habrá una excepción para las transferencias de remesas enviadas por ciudadanos y nacionales de los Estados Unidos. Estas deberán ser emitidas a través de proveedores certificados y avalados, quienes deberán celebrar un acuerdo escrito con el gobierno, en el cual se comprometen a verificar el estado de los remitentes como ciudadanos o nacionales de los Estados Unidos.
- Los ciudadanos o nacionales de Estados Unidos, tienen el beneficio de un crédito, para el impuesto especial sobre transferencias de remesas; el cual puede ser aplicado en cada declaración anual de impuestos.
Definido lo anterior, debemos dejar en claro, el diferente estatus legal de las personas en los Estados Unidos, y los derechos que tienen.
Ciudadano: Posee plenos derechos políticos, incluidos el derecho al voto, la capacidad de postularse para cargos públicos y la obtención de pasaporte. Es una persona nacida en el territorio de los Estados Unidos o de padres que son ciudadanos estadounidenses.
Nacional: Es a la persona que le debe lealtad a Estados Unidos, pero no tiene todos los derechos y privilegios de un ciudadano estadounidense. Esta condición se aplica a personas de algunos territorios estadounidenses.
Residente permanente legal: Es una persona que ha recibido el derecho de vivir en Estados Unidos de manera indefinida. Este estatus incluye el derecho a trabajar en el país, tanto para la mayoría de los empleadores como por cuenta propia. Los residentes permanentes mantienen su ciudadanía de otro país.
Residente con permiso de trabajo temporal: Persona autorizada para trabajar y residir en el país, cuyo permiso tiene una fecha de expiración y cuyo estatus migratorio no es permanente.
Las cuatro formas definidas deben declarar sus impuestos en Estados Unidos sobre el dinero percibido por trabajo o ingresos en un año fiscal. El 5% del impuesto especial a las remesas no es un gravamen directo al salario del trabajador, y dado que usar un servicio de transferencia de remesas es decisión propia, no existe doble tributación.
A México, en qué afecta:
El volumen total de las remesas mensuales ha mostrado variaciones en los últimos meses, oscilando entre los 4,500 y 5,500 millones de dólares. Estas divisas contribuyen significativamente a estabilizar el tipo de cambio del peso frente al dólar. Además, al ser convertidas a moneda nacional, proporcionan un ingreso esencial para muchas familias, constituyendo frecuentemente su única fuente de ingresos.
Este impuesto especial sobre las remesas podría dar como resultado una disminución de entre 2,000 y 2,500 millones de dólares en forma anualizada, al ser estos fondos retenidos por el gobierno de los Estados Unidos debido al gravamen. Debido a que el impuesto especial aplicaría a residentes permanentes, temporales e indocumentados.
En Estados Unidos, actualmente hay aproximadamente 38 millones de personas de origen mexicano, según los últimos datos del censo. De este grupo, 31 millones forman parte de la fuerza laboral, siendo 21 millones ciudadanos y 10 millones residentes permanentes. Además, hay 5 millones de personas indocumentadas. Si la ley se aplicara hoy, 15 millones de personas tendrían que pagar el 5% del impuesto especial por el servicio de envío de remesas.
Conclusión:
Al ser un ciudadano o nacional estadounidense, o residente de origen mexicano, no tributas en México, porque todos estos, por ley, deben hacerlo en los Estados Unidos.
El impuesto del 5% es de carácter especial y no se aplica al salario o ingreso personal. Utilizar el servicio de transferencia de dinero mediante una remesa a otro país, utilizando un proveedor autorizado por el gobierno, es una decisión individual.