Aunque se tienen avances en la electrificación de los automotores en el país, aún falta una planeación que permita un desarrollo más acelerado y organizado, con el fin de que sea adecuado a las necesidades de los consumidores mexicanos, dijo Mario Alberto Zamudio, presidente de Asociación Mexicana de Proveedores de Estaciones de Servicio (AMPES).
El líder empresarial participó en el Panel 4 Electrificación de última milla, con el tema “Electromovilidad. las electrolineras y las nuevas estaciones de servicios inteligentes: retos y oportunidades para el sector eléctrico.”
Indicó que hoy el uso de vehículos eléctricos en nuestro país está limitado por diversos factores, como es el precio de los vehículos al usuario final, la autonomía que pueden ofrecer estos vehículos y la falta de infraestructura para realizar la recarga de energía.
Actualmente, en México hay aproximadamente 2,050 puntos de recarga pública para autos eléctricos, pero para el 2041 se necesitarán unos 38,000 puntos más, la gran mayoría de estos puntos de recarga se ubican en espacios públicos, agencias automotrices, estacionamientos de centros comerciales, hoteles o restaurantes.
La carga eléctrica en muchos casos no tiene costo para el usuario, pero el tiempo de carga es lento y requiere de varias horas para lograr una carga al 80%. Aunado a ello, los usuarios se enfrentan a que no hay compatibilidad en las tecnologías empleadas por los diferentes fabricantes de vehículos americanos, asiáticos o europeos, por lo que se deben tener diferentes tipos de equipos o conectores para poder realizar la carga.
Definir una estrategia de electromovilidad
Para definir una estrategia de electromovilidad, debemos determinar el mercado objetivo; seleccionar la tecnología adecuada de unidades; determinar la mejor estrategia de recarga de energía; optimización del consumo y costo eléctrico, priorizando el uso de energías limpias para el almacenamiento o generación en los puntos de recarga. También es importante revisar las políticas públicas que puedan implementarse para motivar el uso de unidades eléctricas.
Sobre el mercado objetivo, es necesario analizar las necesidades de la población en cuanto a su capacidad de inversión, su movilidad personal, el uso de unidades como transporte masivo, la factibilidad de sustituir vehículos como motores de combustión interna por vehículos eléctricos, en el transporte de carga o distribución de mercancías.
En cuanto a la tecnología en las unidades, es conveniente analizar las tecnologías disponibles en el mercado para establecer las estrategias de equipamiento, lo que se puede encontrar en el mercado son vehículos eléctricos de baterías, vehículos híbridos no enchufable, vehículos híbridos enchufable, autobuses o vehículos de carga eléctricos de baterías.
Sobre las estrategias para la carga de vehículos eléctricos, se puede hacer a diferentes tiempos y en función de ello deberá ser el monto de inversión de los equipos y la infraestructura necesaria.
Al respecto, detalló que una carga lenta implica hasta 25 horas; una carga rápida hasta 5 horas; una cargar súper rápida 100 minutos al 80% de la capacidad. En tanto, los equipos para carga lenta son más baratos y no requieren de una instalación tan especializada.
Los equipos para carga rápida o súper rápida si requieren instalaciones especiales y por lo mismo se deben realizar estudios de factibilidad, pues no en todos los lugares se cuentan con los flujos eléctricos y las capacidades disponibles para estas cargas.
Además, para estas instalaciones una toma doméstica implica 25 horas; una toma de seguridad Green Up (10A)16 horas; una conexión de 3,7 kilowatts, 15 horas; 7,4 kilowatts, 7 horas 25 minutos; 11 kilowatts, 4 horas; 30 minutos, 22 kilowatts 2 horas; 30 minutos, 43 kilowatts que son una carga al 80% lleva 1 hora con 40 minutos.
En cuanto a las políticas públicas, las instituciones pueden desarrollar políticas que incentiven la adquisición de vehículos eléctricos que van desde la exención de impuestos, los financiamientos a tasas preferenciales la deducción inmediata de inversiones, etcétera. En nuestro país, lo que se ha hecho, es exención del pago del ISAN y tenencia; no se aplica el programa Hoy no circula ni verificación vehicular, sólo en la Ciudad de México; descuento en el pago de peajes en carreteras y vías principales, sólo en la Ciudad de México. Y sitios preferentes de estacionamiento para carga vehicular en espacios públicos.
Respecto a la optimización del consumo y costo eléctrico, las estaciones de recarga son un negocio que puede evolucionar empleando herramientas que le permitan ser un generador de energía de fuentes renovables, utilizando lo mismo, paneles solares o turbinas eólicas, además, que pueden promover el uso de biocombustibles.
La gran mayoría de los equipos que se instalan en las estaciones pueden usar tecnología y obtener importantes ahorros en el consumo eléctrico, algunos ejemplos de ellos son el uso de Luminarias LED con sensores de movimiento proximidad; bombas con motores de velocidad variable; equipos de refrigeración ahorradores de energía.
Finalmente, se prevén estaciones de servicios inteligentes donde se podrá solicitar el combustible vía APP; evolución de los segmentos del consumidor; estaciones modernas con servicios únicos; autos conectados a la nube; autos sin conductor; carga y pago automático; analítica de marketing en tiempo real; diversidad en la oferta de combustible; APPS de movilidad y autos inteligentes; así como mezcla de combustibles personalizada.