En la reunión de la Reserva Federal de los Estados de Norteamérica, su presidente Jerome Powell enfatizó que necesitaba más señales del mercado para empezar a bajar las tasas de interés de referencia. Con el aumento en la creación de empleo, la recuperación de la industria, y que la inflación se mantiene (al mes de febrero) en 2.2% las señales para empezar a bajar las tasas de interés no han llegado. La Reserva Federal tendrán otra reunión hasta el mes de junio.
El caso de México
En México, la inflación ha empezado a descender, pero muy lentamente. En el mes de febrero la inflación anualizada fue de 4.4%, pero el indicador de frutas y verduras, aún registra una tasa de inflación de 15%, y los servicios profesionales han subido 10%. Lo cual indica una tasa para el día a día mayor a la inflación general.
Si estamos esperando que la inflación baje para bajar las tasas de interés de referencia (que actualmente se encuentran en 11.25%) vamos a tener que esperar más tiempo. En contra de esto, los mercados anticipan una reducción de la tasa de referencia de 25 puntos base en la próxima reunión de la Junta de Gobierno. Déjenme contradecir a los súper especialistas y decirles que no creo que se vaya a registrar ningún descenso. Esto es, alineado con la posición del Subgobernador Jonathan Heath que ha mencionado que no es prudente todavía
comenzar con un descenso de las tasas de interés de referencia.
Además, en Estados Unidos de Norteamérica y en México sigue existiendo un exceso de liquidez. En el país vecino a consecuencia de todos los subsidios y apoyos que se dieron durante la pandemia. Y en México por las remesas, el lavado de dinero, y el capital financiero que ha llegado a México para aprovechar las altas tasas de interés. Por lo pronto, esta cantidad de liquidez seguirá presionando los precios.
Hagan sus apuestas, yo voy por la chica de que no disminuirán las tasas de interés de referencia. Si me equivoco, empezaremos a jalar el gatillo al tipo de cambio.