El Banco Central Europeo anunció que aumenta la tasas de depósito al 0.75% y con ello endurece su batalla contra la inflación, a pesar de las perspectivas de crecimiento económico negativas. Las autoridades monetarias revisaron sus previsiones de inflación y crecimiento: los precios subirán este año el 8.1% y el PIB crecerá 0.9% el próximo año.
La prioridad del BCE es el control de la inflación, incluso sacrificando el crecimiento, en medio de la crisis energética que vive Europa. Los tipos de referencia quedarán, a partir del 14 de septiembre, en el 1,25%, mientras que la facilidad de depósito sube al 0.75% y la facilidad marginal de crédito, al 1,5%.
En el comunicado, el BCE informa que seguirá subiendo los tipos de interés. “Sobre la base de su evaluación actual, el Consejo de Gobierno espera incrementar los tipos de interés en las próximas reuniones para moderar la demanda y proteger frente al riesgo de un aumento persistente de las perspectivas de inflación.
El BCE afirma que la inflación continúa siendo excesivamente elevada y que “es probable que se mantenga por encima del objetivo durante un tiempo prolongado”. Así, ha realizado un fuerte ajuste en sus previsiones de IPC: espera un alza de precios este año del 8.1%, del 5.5% en 2023 y el 2.3% en 2024.
El banco central alude a un “estancamiento de la economía durante los últimos meses del año y en el primer trimestre de 2023”. Y prevé ahora que el crecimiento de la zona euro sea del 3.1% en 2022, el 0.9% 2023 y el 1.9% en 2024.