Al cierre del viernes, el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación cerró en 66.60 dólares el barril, a pesar de un avance de 2.68% en la jornada, el crudo mexicano reportó una caída de -4.63% semanal.
En el comportamiento semanal, el indicador revela tres cosas: una, se registra la segunda caída semanal consecutiva, con una caída de 9.43%; dos, el precio del crudo mexicano se pone en terreno negativo en el 2023, y reporta una baja en el año de 4.46%, y tres, la señal de venta, colocando el siguiente objetivo en los 63.63 dólares el barril.
En los mercados internacionales, el precio del barril se ha caído una semana más (la séptima consecutiva), el Brent europeo se ubicó en 76 dólares y el WTI estadounidense en 71.30 dólares.
Los especialistas comentan, que el mensaje es claro: el mercado no está realmente preocupado por los nuevos recortes de producción de la OPEP+, que pretende retirar de la circulación algo más de 2 millones de barriles diarios.
En realidad, parece difícil alcanzar este objetivo, ya que algunos productores se muestran reacios o incapaces de reducir su producción. En este contexto, la ralentización de las importaciones chinas de crudo ha pasado factura. China representa más de la mitad del crecimiento de la demanda de petróleo, por lo que el menor signo de ralentización de la demanda es significativo.