El dominio de la agricultura no es un aprendizaje estático, sino que depende de una variedad de factores dinámicos, como el suelo, el clima, y las distintas necesidades de los cultivos. Un conocimiento que por años se ha obtenido con la práctica y con una buena lectura de los signos que va mostrando la naturaleza. Sin embargo, de un tiempo a esta parte, el cambio climático ha modificado significativamente las condiciones de la agricultura generando enormes pérdidas.
Solo en México, por ejemplo, se perdieron 6 billones de pesos en el año 2019 a causa de fenómenos climáticos. Si se contemplan los últimos diez años, las sequías han provocado pérdidas de entre 300 y 400 millones de pesos. En tanto, las heladas de 2011 le arrebataron más de 3 billones de pesos al sector, y los huracanes provocaron la pérdida de entre 3.000 a 10.000 hectáreas de tierras cultivables en el sur del país.
Recientemente, en el Foro Agroalimentario de México, Juan Cortina Gallardo, presidente del Consejo Nacional Agropecuario (CNA), sostuvo que el cambio climático es uno de los “grandes retos del sector”, siendo la modernización del campo mexicano urgente. En el mismo encuentro, sus pares hicieron un llamado a apostar por las innovaciones tecnológicas.
En efecto, la tecnología se ha vuelto el gran diferenciador a la hora de optimizar el uso de recursos, cuidar el Medio Ambiente y anticipar imprevistos en tiempos donde predecir en base a herramientas análogas se hace cada vez más difícil. Para tener mayor control sobre esos factores es que hoy existe la llamada “internet de las plantas”.
Del campo a tu Smartphone
Según el reporte Panorama Agtech en México, elaborado por Endeavor, al 2020 existían más de 100 Agtech en el país. Instacrops, por ejemplo, empresa de origen chileno, que ya cuenta con operaciones en México, ha crecido con fuerza en este mercado. De hecho, su tecnología es utilizada en más de 5,000 hectáreas, presentando un crecimiento de más del 150% en los últimos dos años y un 300% en relación a los tipos de cultivos.
“Pese a que existe de forma natural una resistencia a la tecnología, los cultivadores mexicanos se están abriendo a explorar las soluciones que les puede ofrecer tecnologizar sus predios. A través del monitoreo de parámetros claves en tiempo real y acceso constante a esa información, los agricultores pueden tomar decisiones y prepararse para enfrentar los distintos obstáculos que se presenten durante el periodo de cultivo”, cuenta Mario Bustamante, CEO de Instacrops.
Apelando a su especialidad en desarrollo de Hardware IoT (Internet de las Cosas, por sus siglas en inglés) y Software para la agricultura que integra distintas fuentes de datos, empleando técnicas de inteligencia artificial y visión computacional, han logrado recopilar, sistematizar y monitorear información sobre el campo mexicano en una sola plataforma a la que se puede acceder mediante el teléfono móvil, computadora o tableta.
Así, en la actualidad, Instacrops se está convirtiendo en el “asesor virtual” del campo mexicano, ofreciendo recomendaciones y brindando servicios ajustados a las necesidades de cada agricultor y anteponiendo ante todo la correcta administración de los recursos. Haciendo uso, por ejemplo, de un sistema de alertas, la aplicación envía un mensaje a los productores indicando el nivel de humedad de los cultivos, informando qué días hay que regar y qué días no. Esta tecnología permite hacer un uso eficiente del agua con la que cuentan los agricultores, ahorrando hasta un 35% de este recurso.
“El uso de tecnología predictiva en el campo no solo permite cuidar el agua en un país que padece más de 70% de sequía en su territorio, sino que puede ayudar a ahorrar otros recursos como energía y fertilizantes. Además, es posible detectar plagas y enfermedades, evitando grandes pérdidas. En cuanto a los eventos climatológicos, es posible predecir con 90% de precisión y 12 horas de anticipación la ocurrencia de una helada, lo que deja un margen de tiempo considerable para prevenir posibles daños”, agrega Bustamante.
Las innovaciones desarrolladas por esta Agtech cubren más de 70,000 hectáreas en ocho países de la región. En el caso de México, esta tecnología se está abriendo camino a paso firme, demostrando ser un aliado para el agricultor a través de la maximización de la rentabilidad de los cultivos, dando como resultado cosechas excepcionales.