La Unión Europea y los Estados Unidos anunciaron el Compromiso Mundial sobre el Metano, una iniciativa destinada reducir las emisiones mundiales de metano que se pondrá en marcha en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 26), en el mes de noviembre, en Glasgow. El presiente Biden y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, han instado a los países del Foro de las Principales Economías sobre Energía y Clima, liderado por los Estados Unidos, a adherirse al Compromiso y han dado la bienvenida a los que ya han manifestado su apoyo.
El metano es un potente gas de efecto invernadero y, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, es responsable de aproximadamente la mitad del aumento neto de 1.0 °C de la temperatura media mundial desde la era preindustrial. La rápida reducción de las emisiones de metano es complementaria de la acción sobre el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero, y se considera que constituye la estrategia más eficaz para reducir el calentamiento global a corto plazo y mantener asequible el objetivo de limitar el calentamiento a 1.5 °C.
Los países que se adhieran al Compromiso Mundial sobre el Metano se comprometen a alcanzar el objetivo colectivo de reducir las emisiones mundiales de metano en al menos un 30 %, respecto a los niveles de 2020, de aquí a 2030 y de progresar en la aplicación de los mejores métodos de inventario disponibles para cuantificar las emisiones de metano, con especial atención a las fuentes de emisiones elevadas. El cumplimiento del Compromiso reduciría el calentamiento en al menos 0.2 °C de aquí a 2050. Los países tienen perfiles de emisiones y potenciales de reducción muy variables, pero todos pueden contribuir a alcanzar el objetivo mundial colectivo mediante una reducción adicional de sus emisiones y medidas de cooperación internacional. Entre las principales fuentes de emisiones de metano figuran el petróleo y el gas, el carbón, la agricultura y los vertederos. Estos sectores presentan distintos puntos de partida y un potencial variable de reducción del metano a corto plazo: el sector de la energía es el que ofrece el mayor potencial de reducción específica para 2030.
La reducción del metano aporta importantes beneficios adicionales, como la mejora de la salud pública y la productividad agrícola. Según la Evaluación Mundial del Metano de la Coalición del Clima y Aire Limpio y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la consecución del objetivo establecido para 2030 puede evitar más de 200 000 muertes prematuras, cientos de miles de visitas a servicios de urgencias relacionadas con el asma y más de 20 millones de toneladas de pérdidas de cultivos al año de aquí a 2030 gracias a la reducción de la contaminación por ozono troposférico causada en parte por el metano.
La Unión Europea y ocho países ya han señalado que se adherirán al Compromiso Mundial sobre el Metano. Estos países comprenden seis de los quince que más metano emiten en el mundo y juntos representan más de una quinta parte de las emisiones mundiales de metano y casi la mitad de la economía mundial.
Net zero by 2050 is also an innovation goal.
Together with the private sector, let’s invest to scale up and deploy the technologies that are already on the horizon, like renewable hydrogen.
The #EUGreenDeal puts Europe at the forefront of the climate innovation race. pic.twitter.com/9RIvZHy8pK
— Ursula von der Leyen (@vonderleyen) November 2, 2021
La Unión Europea adopta medidas para reducir sus emisiones de metano desde hace casi tres décadas. La estrategia de la Comisión Europea adoptada en 1996 contribuyó a reducir a casi la mitad las emisiones de metano procedentes de los vertederos. En octubre de 2020, en el marco del Pacto Verde Europeo, y para impulsar su compromiso con la neutralidad climática para 2050, la Unión Europea adoptó una estrategia destinada a reducir las emisiones de metano en todos los sectores clave, en particular la energía, la agricultura y los residuos. La reducción de las emisiones de metano en la década actual constituye una parte importante del objetivo de la Unión Europea de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en al menos un 55 % de aquí a 2030. Este año, la Comisión Europea propondrá medidas legislativas para medir, notificar y verificar las emisiones de metano, establecer límites al venteo y la combustión en antorcha, e imponer requisitos para detectar fugas y repararlas. La Comisión Europea también está trabajando para acelerar la adopción de tecnologías de mitigación, a través de una mayor implantación de la «captura de carbono» en los Estados miembros de la Unión Europea y de los planes estratégicos de la política agrícola común, así como para promover la producción de biometano a partir de desechos y residuos agrícolas. Por último, la Comisión Europea presta apoyo al Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) para la creación de un Observatorio Internacional de Emisiones de Metano (IMEO) independiente con el fin de abordar la falta de datos globales y la transparencia en este ámbito, en particular mediante una contribución financiera. Este Observatorio desempeñará un papel importante en la creación de una base científica sólida para el cálculo de las emisiones de metano y el cumplimiento del Compromiso Mundial sobre el Metano a este respecto.
This is the decisive decade in which to prove ourselves.
We can keep the goal of limiting global warming to just 1.5 degrees Celsius within our reach — if we come together. pic.twitter.com/20UIJhIdVD
— President Biden (@POTUS) November 1, 2021
Los Estados Unidos tienen previstas reducciones significativas de las emisiones de metano en múltiples ámbitos. En respuesta a un Decreto adoptado por el presidente Biden el primer día de su Presidencia, la Agencia de Protección del Medio Ambiente (EPA) está promulgando nuevos reglamentos para reducir las emisiones de metano de la industria del petróleo y del gas. Paralelamente, la EPA ha tomado medidas para aplicar normas más estrictas en materia de contaminación de los vertederos, y la Pipeline Hazardous Materials and Safety Administration («Administración de Materiales Peligrosos y Seguridad de las Tuberías») del Departamento de Transporte sigue adoptando medidas para reducir las fugas de metano de las tuberías y las instalaciones conexas. A petición del presidente y en colaboración con los agricultores y granjeros estadounidenses, el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos está trabajando para ampliar significativamente la aplicación voluntaria de prácticas agrícolas respetuosas con el clima que reducirán las emisiones de metano procedentes de fuentes agrícolas clave, incentivando par ello la puesta en práctica de sistemas mejorados de gestión del estiércol, digestores anaeróbicos, nuevos piensos para el ganado, el compostaje y otras prácticas. El Congreso de los Estados Unidos está estudiando la posibilidad de conceder financiación adicional para apoyar muchos de estos esfuerzos. Entre las propuestas presentadas al Congreso, figura, por ejemplo, una importante iniciativa para sellar y sanear minas de carbón y pozos de petróleo y gas abandonados, lo que reduciría significativamente las emisiones de metano. Además, los Estados Unidos siguen apoyando los esfuerzos de colaboración internacionales para la reducción del metano, en particular liderando la Iniciativa Mundial sobre el metano y la Coalición del Clima y Aire Limpio.
La Unión Europea y ocho países ya han señalado que se adherirán al Compromiso Mundial sobre el Metano:
- Argentina
- Ghana
- Indonesia
- Irak
- Italia
- México
- Reino Unido
- Estados Unidos
Los Estados Unidos, la Unión Europea y otros países que ya han manifestado su apoyo seguirán instando a otros países a que se adhieran al Compromiso Mundial sobre el Metano a la espera de su puesta en marcha formal en la COP 26.