¿Y si pudieras conducir tu coche durante 1,000 kilómetros con un solo depósito de combustible y con cero emisiones?
Después de décadas de desarrollo, el hidrógeno y la electricidad renovable están a punto de revolucionar el sistema energético mundial, permitiendo soluciones respetuosas con el clima. Cuando se combinan con las tecnologías digitales, desencadenarán el crecimiento económico a medida que el transporte, las telecomunicaciones y las infraestructuras civiles se vuelvan inteligentes e interconectadas.
En un mundo post pandemia, varios países han incluido el combustible de hidrógeno en sus estrategias nacionales de recuperación. Canadá y el Reino Unido han incorporado objetivos netos cero y revelaciones al riesgo climático en la legislación nacional. Al identificar explícitamente el papel del hidrógeno, el mundo está creando un mercado internacional para soluciones relacionadas con cero emisiones de carbono.
Intensidad de carbono es daltónica
El hidrógeno es un combustible cero carbono, y viene en tres colores básicos: gris, azul y verde.
El hidrógeno gris se puede producir a bajo costo utilizando carbón o gas natural, pero tiene una huella de carbono significativa. La mayor parte del hidrógeno gris producido hoy en día se produce mediante un proceso llamado reformado de metano a vapor, que genera entre nueve kilogramos y 12 kilogramos de dióxido de carbono por cada kilogramo de hidrógeno producido. El hidrógeno gris puede volverse “azul” cuando la mayoría de estas emisiones de carbono se capturan y, por ejemplo, se secuestran bajo tierra.
El hidrógeno verde es más caro de producir, pero se puede fabricar con cero emisiones utilizando electricidad renovable para dividir el agua en oxígeno e hidrógeno. A nivel mundial, menos del dos por ciento del hidrógeno se produce de esta manera.
Muchos otros colores se han añadido a la paleta, pero el enfoque en el color es una distracción. Lo que realmente importa es la intensidad de carbono del proceso de producción, es decir, las toneladas de carbono producidas por cada tonelada de hidrógeno.
El hidrógeno se puede quemar como cualquier otro combustible en automóviles, barcos y aviones, pero debido a que no contiene carbono, no producirá emisiones de CO2. Más importante aún, también puede alimentar pilas de combustible que convierten el hidrógeno en electricidad limpia directamente. Esta característica desencadenará una revolución en la potencia portátil, urbana y autónoma en largas distancias.
Los desafíos para la adopción generalizada del hidrógeno incluyen la falta de una infraestructura de reabastecimiento de combustible y distribución, estándares de seguridad embrionarios y en evolución, y altos costos. La mayoría de estos desafíos se están abordando a medida que aumenta el número y la escala de los proyectos de demostración.
Mercado global de hidrógeno
El Consejo del Hidrógeno, un grupo industrial global, estima que para 2050 el hidrógeno representará el 18 por ciento de la energía entregada a los usuarios finales, evitará seis gigatoneladas de emisiones de carbono al año, permitirá 2,5 billones de dólares en ventas anuales y creará 30 millones de empleos en todo el mundo.
Este mes, Columbia Británica anunció que sería la primera provincia de Canadá en introducir una estrategia de hidrógeno para reducir las emisiones y crear empleos. Otras estrategias similares ya existen en otras partes del mundo. Canadá puede llegar tarde al juego, pero todavía tiene la oportunidad de convertirse en una potencia de hidrógeno.
A raíz de un plan de recuperación de 750 mil millones de euros, la Comisión Europea dio a conocer “Una estrategia de hidrógeno para una Europa climáticamente neutra”. Sus inversiones solo en electrólisis del agua podrían ser de 24 mil millones a 42 mil millones de euros para 2030. El hidrógeno también fue el foco del primer Energy Earthshot anunciado en junio por el Departamento de Energía de los Estados Unidos, y las estrategias nacionales de hidrógeno han sido desarrolladas por Japón, Alemania, Corea del Sur y Australia
Canadá dio a conocer su Estrategia del Hidrógeno en diciembre de 2020. El gobierno dice que el sector de los combustibles limpios podría valer 50.000 millones de dólares,crear 350.000 empleos verdes y ayudar a Canadá a alcanzar sus objetivos de cero emisiones netas para 2050. En junio, Canadá lanzó un Fondo de Combustibles Limpios de 1,5 mil millones de dólares para aumentar la capacidad nacional de producir combustibles bajos en carbono, incluido el hidrógeno.
En marzo, Canadá y Alemania firmaron un acuerdo de cooperación para explorar el desarrollo del hidrógeno. La estrategia de hidrógeno de nueve mil millones de euros de Alemania estima que importará el 80 por ciento del hidrógeno que necesita.
Los proyectos de hidrógeno verde más grandes en estudio a diciembre de 2020. (Walter Mérida/Datos: Noticias de recarga), Autor proporcionado
Articulo original:
Why green hydrogen — but not grey — could help solve climate change (theconversation.com)