Al cierre de la semana, la Mezcla Mexicana de Exportación cerró en 57.98 dólares el barril con un avance mínimo de 0.45% en la jornada, suficiente para salir de la zona roja, es decir, del nivel establecido por Hacienda para el 2025 de 57.80 dólares.
Durante la semana, el crudo mexicano registró una baja de -0.84%, luego de dos avances importante de las últimas dos semanas: 4.63% y 2.20%, cada una.
En lo que va de mayo, el indicador reporta una ganancia de 3.93%, aunque no es suficiente para salir de la racha negativa anual, pierde -13.07% en el año. El Brent cotizó a la baja, a 64 dólares, mientras que el WTI ronda los 60,80 dólares.
De acuerdo con los analistas, los mercados del petróleo van improvisando sobre la marcha, divididos entre las tensiones geopolíticas y el temor a un exceso de oferta.
Las tensiones geopolíticas han escalado un peldaño más tras los rumores de un posible ataque israelí a las instalaciones nucleares iraníes, que podría interrumpir el suministro de petróleo a la región.
Por otro lado, se dice que la OPEP+ tiene previsto mantener el rumbo en cuanto a aumentos de producción. Se habla de un incremento similar al de meses anteriores, de 411,000 barriles diarios, para julio. El objetivo de esta estrategia es proteger la cuota de mercado del cártel más que apoyar los precios.
Este aumento de la producción se produce en un momento en que las previsiones de la Agencia Internacional de la Energía indican un riesgo de exceso de oferta, unido a un crecimiento de la demanda inferior al previsto.
Por último, hay un factor desconocido en la ecuación: las negociaciones nucleares entre Estados Unidos e Irán. Aunque están estancadas, podrían pesar o apoyar los precios del crudo.