Autor: Ramses Pech – Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos
La transición energética del mundo, estará basada, en el cómo dejar de utilizar a los combustibles fósiles, y ante la electrificación del mundo en casi todas sus actividades; los países, están invirtiendo en como el tener energía infinita, bajo energías renovables en una primera fase, y para una segunda, por medio de la creación desde el origen atómico.
Actualmente, para transitar a la generación de electricidad infinita, el gas natural será la base, siendo utilizado hoy día, en más del 25 % a nivel mundial para generar esta, y en México el 60 %. Pero ante la falta de certidumbre en el futuro de este combustible fósil, estamos viendo cambios radicales, sobre la implementación de una mayor cantidad de reactores nucleares en el planeta.
La energía nuclear por medio de la fisión de elementos, como el uranio, esta libera calor, que se usa para calentar agua, y producir vapor, el cual mueve turbinas que generan energía eléctrica. Siendo una fuente de energía continua y limpia, sin emisiones de gases de efecto invernadero.
De acuerdo con información de la Agencia Internacional de Energía Atómica (Siglas, en inglés IAEA), indican que en el mundo existen, actualmente, alrededor de 417 reactores nucleares, y de los cuales tienen una capacidad eléctrica neta total de 380 mil MW.
El total de reactores instalados en el mundo, están distribuidos de la siguiente forma:
Siendo los Estados Unidos con el mayor número de reactores, de acuerdo con datos del mes de abril de IAEA, con 94. Seguido de China con 57, Francia con 57, Rusia 36, Corea del Sur 26, India 21, Canadá 17, Ucrania 15, Japón 14, el Reino Unido 9, y España con 7, todos estos países representan el 85 % del total de los instalados en el mundo. Siendo el país de las barras y las estrellas con el 23 % del total, a nivel mundial.
El reactor más utilizado por los países, es el reactor de agua a presión (PWR), y que de los cuales, existen alrededor de 307 instalados, y representan el 74 % del total a nivel mundial. Este reactor calienta el agua, pero no la hierve. Esta agua caliente se intercambia al calor con un sistema de agua a menor presión, y se convierte en vapor, impulsando a una turbina para generar la electricidad.
Los dos reactores instalados en México, son del tipo que ponen al agua a hervir (BWR). Los cuales, según el comparativo con los PWR, son menos estables, menos seguros, y el núcleo del reactor, es más grande, y requiere más barras de control. En los Estados Unidos, actualmente del total de reactores instalados, el 70 % son del tipo PWR.
Ante los cambios geopolíticos, y sobre todo el tener el control energético, muchos países están apostando a la fisión nuclear, y para realizarla, depende en gran parte de tener el control de la cantidad de Uranio adecuado para sus plantas, ya sea que provengan de su subsuelo o de otros países.
El uranio tiene una alta energía. Se considera una fuente de energía no renovable, a pesar de ser un metal común en rocas de todo el mundo. Las centrales nucleares utilizan un tipo específico de uranio, denominado U-235, porque sus átomos se descomponen fácilmente. Aunque el uranio, es aproximadamente 100 veces más frecuente que la plata, el U-235 es relativamente raro.
Durante la fisión nuclear, un neutrón colisiona con un átomo de uranio y lo divide, liberando una cantidad considerable de energía en forma de calor y radiación. También se liberan más neutrones, cuando el átomo de uranio, se divide. Estos neutrones continúan colisionando con otros átomos de uranio, y el proceso se repite una y otra vez. Este proceso se denomina reacción nuclear en cadena. Esta reacción se controla en los reactores de las centrales nucleares, para producir la cantidad de calor deseada.
Es por este tipo de energía para producir a la electricidad en el futuro, y ante los cambios actuales, que están aconteciendo, sobre el control mundial energético por las diferentes potencias; el Congreso de los Estados Unidos, autorizó, el impulsar la producción nacional de uranio como parte de sus esfuerzos para impulsar un “renacimiento” de la energía nuclear en este país. Derivado de una mayor demanda de electricidad en el sector industrial, y ante la creciente adopción de la inteligencia artificial y en todo el mundo. Además del apoyar a las empresas interesadas en el desarrollar, pequeños reactores nucleares modulares, así como reactores tradicionales de mayor tamaño.
Actualmente, en el mundo existen, bajo construcción, alrededor de 61 reactores, y los cuales 28 de estos están en China, y serán del tipo PWR. Hoy día, los Estados Unidos, no están construyendo ningún reactor.
Por el desarrollo tecnológico, realizado por algunas naciones, el mundo espera que en unas 3 a 4 décadas, puedan ser sustituidos, este tipo de reactores, bajo la división de los átomos, y pasar a la llamada fusión nuclear.
Los proyectos de energía nuclear bajo la fusión, proviene de la combinación, o fusión de átomos, para formar a un átomo más grande, generando así energía. A lo cual, ya están en marcha en todo el mundo. Su creación ha sido un éxito a nivel laboratorio. Si la fusión nuclear, se pudiera replicar en el mundo, a escala industrial, podría proporcionar energía limpia, segura y asequible, prácticamente ilimitada para satisfacer la demanda mundial. ¿Podría esta poner el fin de la crisis energética en el futuro?
China, ya dio un paso rápido, debido a que está él gestionando, el poder construir, la primera planta de energía híbrida de fusión-fisión del mundo, y ya están en marcha los esfuerzos de la recaudación de los fondos para el proyecto.
Un reactor híbrido de fusión-fisión busca utilizar la energía de las reacciones de fusión, para dividir los átomos en material fisible en su núcleo, utilizando esencialmente la fusión como un combustible estable, para impulsar reacciones de fisión de alta energía, como detalla Power Technology.
Estos sistemas híbridos pueden utilizar los combustibles de deuterio y tritio, abundantes en el planeta, para la reacción de fusión, lo que reduce la necesidad de los materiales menos disponibles que se utilizan en la fisión nuclear. Se espera que este proyecto de Xinghuo, genere 100 megavatios.
¿A todo esto, México, en dónde queda? La nación asigna recursos públicos, al sector energético de 1,085 de miles de millones de pesos (55 mil millones de dólares), y solo en investigación de materia nuclear, no más de 700 millones de pesos anualmente (35 millones de dólares), a lo cual deja al país, fuera de la energía infinita en el futuro. Es decir, dependeremos como todo lo que necesita del sector energético, como hoy día, de la importación de tecnología, y que la CFE tenga el recurso necesario para su adaptación. Nos quedaremos con plantas para generar electricidad con base al gas natural, y con tecnología del tipo hidroeléctricas, eólicas y solar. Cuando el mundo, en el futuro, podrá eliminar a todas estas en el futuro. México obtuvo una prórroga, para la licencia de operación de Laguna Verde el 2055, podremos aprovechar esta instalación para mutar a fusión.
México, por lo tanto, ante la falta de una política energética clara, en el futuro continuará, sin tener una soberanía, autosuficiencia, e independencia, al no saber cómo ser parte del mundo energético del futuro en el presente.
La realidad de México. Transitará a tener una fusión nuclear, o simplemente seguirá siendo un país de tecnologías básicas en el futuro. Para no serlo, deberá el permitir, una mayor inversión del sector privado, o una mezcla con lo público, bajo leyes más acordes a la realidad geopolítica energética del futuro. No hacerlo quedará excluido, y será parte de los países que más contaminan al planeta, y con pobreza energética.