Autor: Ramses Pech – Grupo Caraiva – Grupo Pech Arquitectos
Mexico deberá ponerse en el contexto, que para entrar a una guerra comercial que sin lugar a duda habrá, hay que entender el porqué, y qué tiene México para poder estar en ella.
¿Qué es una guerra comercial?
Una guerra comercial es un conflicto económico entre dos o más naciones, donde cada país impone barreras arancelarias u otras restricciones comerciales contra el otro en respuesta a las barreras iniciales. Estas acciones se toman generalmente para proteger las industrias nacionales de la competencia extranjera o para forzar cambios en las políticas comerciales del otro país. Las guerras comerciales pueden involucrar aranceles, cuotas de importación, subsidios y otras medidas proteccionistas.
Reflexión :
México, su realidad que tiene para el mantener a las empresas, puede bajar los impuestos que pagan las empresas para que estas continúen operando, puede reducir impuestos a nuevas inversiones, o tiene tecnología propia que puede enviar a otros países que puedan necesitar.
Causas de una guerra comercial. Las guerras comerciales pueden desencadenarse por una variedad de razones, entre las cuales se incluyen:
Déficit comercial: Cuando un país experimenta un gran déficit comercial con otro, puede imponer aranceles para reducir las importaciones y proteger su economía local.
Prácticas comerciales desleales. Si un país acusa a otro de prácticas desleales, como el dumping (vender productos por debajo del costo) o subsidios a las exportaciones, puede responder con aranceles para nivelar el campo de juego.
Protección de industrias estratégicas: Los países a menudo inician guerras comerciales para proteger industrias consideradas vitales para su seguridad nacional o económica, como la agricultura, la manufactura o la tecnología.
Consideraciones políticas: Las guerras comerciales pueden ser utilizadas como herramientas de política exterior para ejercer presión sobre otros países en asuntos no relacionados con el comercio.
Reflexiones:
Consecuencias de una guerra comercial. Las guerras comerciales pueden tener una serie de efectos negativos a corto y largo plazo tanto para los países involucrados como para la economía global.
Impacto económico: Las barreras comerciales aumentan los costos de los bienes importados, lo que puede llevar a un aumento de los precios para los consumidores y una disminución del consumo. También pueden reducir las exportaciones y afectar negativamente a las empresas que dependen del comercio internacional.
Disrupción de las cadenas de suministro. Las restricciones comerciales pueden interrumpir las cadenas de suministro globales, dificultando que las empresas obtengan los insumos necesarios para la producción, lo que puede llevar a una disminución de la producción y pérdida de empleos.
Inflación: Los aranceles y otras restricciones comerciales pueden conducir a un aumento de los precios de los productos y servicios, provocando inflación y reduciendo el poder adquisitivo de los consumidores.
Relaciones internacionales deterioradas. Las guerras comerciales pueden tensar las relaciones entre los países involucrados y llevar a una mayor inestabilidad política y económica a nivel mundial.
Incertidumbre en el mercado: Las disputas comerciales generan incertidumbre en los mercados financieros, lo que puede llevar a una disminución de las inversiones y afectar el crecimiento económico.
Efectos a largo plazo: A largo plazo, las guerras comerciales pueden cambiar la estructura del comercio internacional, con países buscando nuevos socios comerciales y diversificando sus mercados, lo cual puede tener efectos duraderos en la economía global.
Reflexiones:
En resumen, las guerras comerciales son conflictos complejos que pueden tener amplias repercusiones económicas y políticas. Aunque pueden ser usadas para proteger industrias nacionales o forzar cambios en las políticas de otros países, sus consecuencias negativas frecuentemente superan los beneficios potenciales.
A todo esto, México, su realidad que tiene para mantener a las empresas, puede bajar los impuestos que pagan las empresas para que estas continúen operando, puede reducir impuestos a nuevas inversiones, o tiene tecnología propia que puede enviar a otros países que puedan necesitar.
La respuesta es sencilla, hay un déficit presupuestal alto, no puede eliminar impuestos, y por ende no pueden atraer nuevas empresas, y al ser un país ensamblador dependemos de que las empresas se sientan cómodas, y no cambien sus planes de permanecer o reducir su producción.
La realidad, la única forma de hacer frente, es cediendo a peticiones extra comerciales, y que no tengan, el nada que ver con el ámbito del PIB.