Al cierre de la segunda semana de julio de 2024, el precio de la Mezcla Mexicana de Exportación cae 2.66% semanal, para ubicarse en 76.21 dólares el barril. En los mercados internacionales, el Brent cotiza en torno a los 86 dólares, mientras que el WTI ronda los 82,40 dólares.
Los precios del petróleo recuperan el aliento a pesar de los datos mundiales positivos, sobre todo la ralentización de la inflación en Estados Unidos, y de las previsiones muy optimistas publicadas por la OPEP.
El cártel prevé un crecimiento de la demanda de 2.25 millones de barriles diarios (mbpd) este año y de 1.85 mbpd en 2025, cifras mucho más optimistas que las de la Agencia Internacional de la Energía, que prevé un crecimiento de 960,000 barriles diarios en 2024 y de 1 mbpd en 2025. Esta divergencia de opiniones pone de manifiesto la incertidumbre reinante y, sobre todo, la dificultad de predecir con exactitud los movimientos del mercado energético.
Sin embargo, China ha dado un golpe de timón y ha reavivado la inquietud sobre la dinámica de su demanda interna. Los últimos datos comerciales son contradictorios: las importaciones chinas de petróleo se contrajeron en torno a un 10% interanual.