Se están difundiendo muchas falsedades sobre la actual crisis energética mundial. El director ejecutivo de Agencia Internacional de Energía (IEA, por sus siglas en inglés) Fatih Birol refutó tres de los más dañinos en un artículo de opinión reciente publicado por el Financial Times , destacando la importancia de separar la realidad de la ficción en este momento peligroso.
La primera falacia es que Rusia está ganando la batalla energética. Es posible que Rusia se haya beneficiado de los picos en los precios del petróleo y el gas provocados por su invasión de Ucrania, pero cualquier ganancia a corto plazo del aumento de los ingresos por exportaciones se ve más que compensada por la pérdida a largo plazo tanto de la confianza como de los mercados. Moscú ha alienado a la Unión Europea, su mayor cliente, y las sanciones a su sector de petróleo y gas dañarán su capacidad futura para explotar sus recursos al cortar el acceso a tecnologías vitales.
La segunda idea errónea es que la crisis energética global es una crisis de energía limpia. El Dr. Birol dice que los responsables de las políticas energéticas no se quejan de depender demasiado de la energía limpia. Por el contrario, lamentan no haber avanzado más rápido en la energía solar, eólica y de eficiencia energética. Cuando las personas culpan engañosamente a las políticas climáticas y de energía limpia por la crisis energética global actual, están, intencionalmente o no, desviando la atención de los verdaderos culpables: la escasez de suministro de gas y Rusia, dice.
La tercera narrativa falsa es que la crisis energética actual retrasará los esfuerzos para abordar el cambio climático. Pero la crisis de hoy es un recordatorio de la insostenibilidad de nuestra dependencia de los combustibles fósiles y puede ser un punto de inflexión clave para avanzar más rápido hacia un sistema energético más limpio, asequible y seguro. La Ley de Reducción de la Inflación en los Estados Unidos, el paquete REPowerEU en Europa y las acciones de otras economías importantes son una clara evidencia del creciente impulso detrás de la energía limpia.
Hay desafíos difíciles por delante, especialmente durante el próximo invierno. Pero después del invierno llega la primavera, escribe el Dr. Birol. La crisis del petróleo de la década de 1970 impulsó un progreso vital en la eficiencia energética, la energía nuclear, la solar y la eólica, y no hay motivo para que la crisis energética actual no pueda impulsar cambios positivos aún mayores.
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