En todas las generaciones de este país, desde 1938 ha habido una fecha conmemorativa para ciertos sectores, desde un punto de vista político, económico y operativo. Es un hecho repetitivo que enfatiza, la justificación del poder tener, al control de los recursos naturales del subsuelo. Cuya visión, ha sido la extracción de la mayor cantidad de crudo y/o gas en la superficie para su comercialización, y no su transformación.
Los hidrocarburos, en un principio en la década de los 70 del siglo pasado, era importante tener esta materia prima en sus dos fases físicas, líquida o gaseosa, y esto proporcionaba cierta seguridad energética del tener la materia prima para tener el control. Creando una autosuficiencia virtual en el mundo, debido a que el verdadero negocio del sector de hidrocarburos está en el ámbito de la transformación de estos para su utilización como combustibles o materias primas, y en las últimas décadas para la generación de electricidad.
Los países productores de hidrocarburos, a partir 1980, empezaron una carrera de la hegemonía para poder tener el control del mercado de hidrocarburos, basado, principalmente, en quién o cuánto producían, y con relación a las reservas de los hidrocarburos en su subsuelo. Algunas naciones invirtieron al inicio por medio de sector público, y posteriormente permitieron a la privada o una combinación de ambas, para un mejor aprovechamiento, al adaptarse en forma rápida, permitiendo que recursos públicos fueran usados en otros sectores del desarrollo económico, pero en México se usó a PEMEX[1] como la caja chica y esto continua, debido a que por cada peso que le dan de presupuesto, regresa entre 2 a 2.5 pesos de ingresos al erario.
A partir del inicio de este siglo, los países, la OPEP, tuvieron una hegemonía en el control del mercado de comercialización de este sector, al producir la mayor cantidad, y tener el cómo hacer el intercambio comercial, siendo el mayor importador nuestro socio comercial EUA. El país de las barras y las estrellas, al tener una gran exposición de riesgos, incertidumbres y variaciones en los precios de los hidrocarburos, deciden cambiar su rumbo en el mercado, estableciendo en 2008 la consolidación final de un plan que duró casi 5 décadas para tener el control de su mercado interno, influir a nivel mundial en los precios del petróleo, y cubrir la demanda respectiva de combustibles; convirtiéndose al día de hoy en el mayor productor de hidrocarburos, y ser el primer mercado de consumo de combustibles para motores de combustión. Además de ser a hoy día líderes en la transformación energética, donde esta última está basada en cuánto tomas de energía primaria y cuánto aprovechas de ella, creando tecnología que reduzca la cantidad de contaminantes a la atmosfera.
En México, hemos sido parte de esta transformación a nivel mundial, al haber tenido una empresa del Estado que ha mantenido, y continuará por muchas décadas, ser la base de la producción de hidrocarburos de nuestro país.
En este punto, México, está estancado teniendo un sueño repetitivo constante de hechos, y que de ahí no hemos pasado desde 1938 a la fecha. Hemos creído, y continuamos creyendo que los recursos energéticos primarios del subsuelo nos pertenecen; por el hecho de estar debajo de nuestro territorio, creando un espejismo soberano de co-dependencia ideología del derecho del tener, sin el poder el para qué.
Cada ciclo de 365 días, ha convertido el 18 de marzo como un recordatorio de nuestros traumas existenciales de país, y no hacemos de esta fecha, para hacer un alto y evaluar, si realmente tenemos un plan para tener un mejor aprovechamiento de estos recursos.
Es momento de entender que el querer llegar a tener una autosuficiencia energética, solo en el sector de hidrocarburos, primero debemos comprender para qué queremos esta energía primaria. Los hidrocarburos, por si solos no tienen un valor comercial real, y su fase inicial líquida o gaseosa, solo tienen un precio o retorno de inversión para el continuar explotando.
Es en este punto es donde México, ha quedado estancado. No ha seguido a la par de los cambios comerciales, tecnológicos y de transformación para su aprovechamiento. Hemos colocado, el mote a esta actividad extractiva de “Soberanía energética”, cuando en la realidad no existe, debido a que toda la tecnológica para ser usada para este fin proviene de otros mercados fuera de México.
Hoy tenemos atrasos en la petroquímica, transformación de hidrocarburos líquidos a combustibles (refinerías que requieren de una mayor inversión para poder llegar a una utilización del 80%), y con una producción de gas natural sin incremento, y baja utilización de plantas de acondicionamiento, para la utilización en la generación de electricidad. Teniendo un hecho repetitivo de conmemoración por décadas, y que realmente celebramos: “El no tener un plan en específico hacia el futuro del cómo cubrir, a una demanda creciente de energéticos.
Ser autosuficiente, no refiere a tener una soberanía, debe ser una misión de cómo aprovechar y mutar a nuevas fuentes de energía. Hoy México, es el cuarto país de mayor demanda de combustibles a nivel automotriz, y cuya mayoría de estos, son importados ante la falta de una estructura, y falta de visión antes, hoy y en el futuro. Es importante entender que los combustibles derivados de los hidrocarburos continuarán en México, cuando menos entre 7 a 10 décadas, y no debería importar si somos dueños o no de nuestros recursos, debería ser el cómo aprovechar, disminuyendo su consumo, y dando una mayor eficiencia en la combustión. Esto podemos lograrlo por medio de aditivos, como oxigenantes o biocombustibles, ligado a una mejora en el rendimiento de los motores, al tener lo más cercano a una combustión completa.
Una noticia que debemos comprender en esta década, los combustibles fósiles, entre ellos el petróleo y gas, no se dejarán de usar por el mundo. Un ejemplo de esto es EUA; con su Ley de Reducción de la Inflación y la reforma energética de 2020, que dichos lineamientos, han sido utilizados por la administración de información de energía, y con la transición energética esperada, revelan que para el 2050[2], continuará en este país el consumo de combustibles líquidos (gasolina, diésel entre otros), y la cual será de 12 millones de barriles diarios; entre un 9 % y un 10 % menos que en 2022, en parte porque se utilizan más modelos de vehículos eficientes en combustible y vehículos eléctricos[3] ( 18 a 20% de las ventas para 2050)
México entonces qué debemos de celebrar ¿Algo que aconteció hace más de 80 años?, o que esta es una fecha que nos recuerda, el no haber sabido entender, al poder aprovechar a los hidrocarburos para su uso para el crecimiento de país.
El mundo no dejará de usar a los combustibles fósiles, y la verdad seguiremos viviendo el mismo hecho cada año, enfatizando lo que fue y no lo que debería de ser.
Suerte con eso México las próximas décadas.
[1] https://twitter.com/economiaoil/status/1630350119949467648?s=20
[2] https://www.eia.gov/outlooks/aeo/IIF_IRA/
[3] https://twitter.com/economiaoil/status/1630350119949467648?s=20